....................................................................................................
Pablo Iglesias Posse nació
el 18 de octubre de 1850 en El Ferrol (La Coruña). A los nueve años,
al morir su padre -un humilde peón municipal-, se trasladó a vivir
a Madrid con su madre, Juana Posse, y su hermano menor, Manuel. Hicieron el
viaje a pié y tirando de un pequeño carromato en el que llevaban
sus pertenencias. Instalada la familia en Madrid, por la escasez de recursos
que le ofrecía su trabajo como sirvienta, la madre se vio obligada a
ingresar a sus hijos en el Hospicio de San Fernando. Allí Pablo -Paulino,
como le llamaban familiarmente- acabó los estudios primarios y aprendió
el oficio de tipógrafo. Después de numerosas escapadas del centro
para visitar a su madre, a los doce años abandonó definitivamente
el Hospicio para empezar a trabajar en una imprenta. Ya con los primeros salarios
empezó a cultivar su afición por la lectura que aplicó
especialmente al conocimiento del movimiento obrero mundial. Asistía
a clases nocturnas y aprendió francés, lo que le serviría
para leer las obras de algunos clásicos de la ciencia política
y, con el paso del tiempo, traducir a los socialistas franceses y entenderse
en los congresos internacionales en los que participaría.
Inteligente y laborioso, el joven Paulino pronto alcanzó
un buen nivel de instrucción y ejerció su profesión en
diferentes imprentas. A los dieciocho años, sin embargo, fue despedido
por participar en una huelga. Sufrió de nuevo la miseria y la desgracia.
Su hermano Manuel murió de tuberculosis.
Aprovechando las libertades de la
Constitución de 1869 , la sección española de la Asociación
Internacional de Trabajadores, la Internacional, organizó una serie de
conferencias en Madrid. Pablo Iglesias asistiría a ellas y en 1870 ingresaba
en la sección de tipógrafos de la Federación Madrileña
de la Internacional. Formó parte del Consejo Federal de la Región
Española de la misma en 1871. En aquellas fechas, Iglesias conoció
a Paul Lafargue, el yerno de Karl Marx, que había venido a España
huyendo de la represión de los que participaron en la Comuna de París.
En estos años, Iglesias sufrió persecuciones, condenas de cárcel
y fue despedido de varias imprentas. Por esa época, Iglesias publicó
su primer artículo -titulado "La Guerra"- en "La Solidaridad",
periódico de la Internacional, uniéndose también al Comité
de Redacción de "La Emancipación", semanario en que
se difundieron algunos escritos de Marx, como la primera traducción española
de " El Manifiesto
Comunista ", en 1871.
Iglesias iniciaba de esta forma una larga labor periodística, que desarrollaría hasta el final de su vida y que empleó para difundir el ideal socialista. Después de la ruptura de los anarquistas con Marx, Iglesias solicitó su ingreso en 1873 en la primera organización socialista de importancia, la Asociación General del Arte de Imprimir, pasando a ser su Presidente desde 1874 a 1885. Desde esta nueva plataforma preparó durante varios años de trabajo clandestino la creación del segundo partido obrero de los que se constituirían en el mundo. El 2 de mayo de 1879 Iglesias, con 28 años, fundaba el Partido Socialista Obrero Español que presidiría hasta su muerte. La fundación del PSOE tuvo lugar en una comida de fraternidad organizada en la taberna Casa Labra, en la calle Tetuán de Madrid, (todavía hoy existe en el 2005, en la misma calle, en el número 12) a la que asistieron 25 personas: 16 tipógrafos, 4 médicos, un doctor en ciencias, dos joyeros, un marmolista y un zapatero.
Pablo Iglesias participó también en la constitución
de la Federación Tipográfica Española, en 1882, de la cual
fue también Presidente a partir de 1885. Mientras, el PSOE iba experimentando
un lento crecimiento -los anarquistas le denominaban el "partido microscópico"-
y no consiguió alguna notoriedad hasta 1886. El 12 de marzo de ese año,
también de la mano de Iglesias, sale a la calle el primer número
de "El Socialista". Salvo un corto periodo de tiempo, entre 1913 y
1915, Iglesias quedaría vinculado al órgano portavoz del PSOE
hasta el final de sus días trabajando como su impresor, redactor y director.
En agosto de 1888, nueve años después de fundar
el PSOE y tres años después de crear "El Socialista",
Pablo Iglesias se convertiría también en el fundador de la Unión
General de Trabajadores, siendo su presidente desde 1889 hasta su muerte.
Ese mismo año, 1889, Iglesias asistía en representación
del PSOE al Congreso fundacional de la Segunda Internacional, acudiendo posteriormente
a cuantos se celebraron hasta 1910. 1890 también es un año importante
en la biografía del fundador del PSOE. Es el año en que se celebró
por primera vez en España la jornada de lucha del Primero de Mayo. Iglesias
encabezó una impresionante manifestación en Madrid y fue el encargado
de entregar al Gobierno las reclamaciones de las reformas legislativas, entre
ellas la reducción de la jornada laboral a ocho horas y la prohibición
de emplear niños en el trabajo. Por otro lado, en su II Congreso, celebrado
en 1890, el PSOE se decidía a participar en elecciones y fue así
como en 1905 Pablo Iglesias, junto a los también socialistas Largo
Caballero y García Ormaechea, salieron elegidos concejales de Madrid.
Iglesias ejerció como concejal de Madrid hasta 1910 y entre 1914 y 1917.
En ese espacio de tiempo se produciría, en 1908, la inauguración
de la Casa del Pueblo de Madrid en un antiguo palacio ducal en la calle Piamonte,
lo que se convirtió en un acontecimiento de gran importancia para el
PSOE.
Al año siguiente, 1909, Pablo Iglesias fue detenido
como consecuencia de la represión por la Semana
Trágica de Barcelona . A lo largo de su vida, el fundador del PSOE
sufrió varios encarcelamientos, pero en todas las ocasiones rechazó
la posibilidad de pedir indulto.
Uno de los capítulos más gratos en la vida de
Iglesias, por el contrario, se produciría en las elecciones de junio
de 1910, cuando gracias a la alianza republicano-socialista el fundador del
PSOE salió elegido con el respaldo de 40.899 votos como el primer diputado
socialista que entraba en el Parlamento español. Saldría reelegido
en cuantas elecciones se celebraron posteriormente (1914, 1916, 1918, 1919,
1920 y 1923), aunque su delicado estado de salud le impediría asistir
a muchas sesiones parlamentarias en los últimos años.
También a consecuencia del agravamiento de sus enfermedades
dejó de participar activamente en la vida organizativa de las entidades
socialistas -desde 1916 parcialmente y a partir de 1919, cuando contrae una
grave pulmonía, totalmente- aunque sin dejar su labor de propagandista
a través de su pluma -escribiendo cartas y artículos- y sin dejar
de ser en todo momento un referente ético y moral para los socialistas
españoles. Su salud se resintió muy especialmente a raíz
de la escisión en el seno del PSOE, en 1921, cuando Iglesias se opuso
al ingreso en la III Internacional fundada por Lenin y los disconformes con
esta decisión abandonaron el PSOE y fundaron el Partido Comunista Obrero
Español, antecesor del PCE.
Pocos líderes obreros han merecido a lo largo de la
historia tanta atención y han generado tanta bibliografía como
Pablo Iglesias. A lo largo de su vida, su figura estuvo sometida a la pasión
de los detractores y de los partidarios que, con frecuencia, le elevaron a la
categoría de mito. Con este telón de fondo, Pablo Iglesias falleció
en Madrid el 9 de diciembre de 1925. Se había terminado la confección
de "El Socialista " e iba a dar comienzo la tirada cuando el viejo
amigo de Iglesias, Matías Gómez Latorre -coincidieron en algunas
de las primeras ejecutivas del PSOE- llegó a la redacción de la
revista con la fatal noticia. Iglesias pensó en "El Socialista"
hasta los últimos instantes de su vida ya que en un cajón de su
humilde despacho, en su casa de la madrileña calle Ferraz, dejó
un sobre con 1.000 pesetas y una nota destinando ese dinero, fruto de sus colaboraciones
en la prensa, a "El Socialista".
El cadáver de Iglesias fue embalsamado y expuesto durante
dos días en una capilla ardiente, instalada en la Casa del Pueblo, por
la que desfiló un continuo río de gente. Su entierro constituyó
una de las manifestaciones más multitudinarias de la historia de España
en mucho tiempo. El Gobierno concedió autorización para celebrar
el acto y más de 150.000 ciudadanos acompañaron el féretro
hasta el Cementerio Civil de Madrid. Cuando la comitiva llegaba al pié
de su tumba todavía partían algunas Sociedades Obreras de la Casa
del Pueblo. Mientras, la mayoría de los periódicos, con las colaboraciones
de destacados intelectuales y políticos rindieron un unánime y
cálido homenaje al dirigente socialista desaparecido.
"El proletariado vencerá" fue el título
del último artículo escrito por Iglesias, publicado en "El
Socialista" un día antes de su muerte. "El ideario de los proletarios
-decía en él Iglesias- está dictado por la razón
e inspirado por la justicia, y hagan lo que hagan sus enemigos, vencerá,
como viene venciendo desde que los opresores han adquirido conciencia bastante
de su valer y de su fuerza ". .
El 12 de agosto de 1888, veintiséis delegados que representaban
a 44 sociedades obreras (16 de provincias castellanas y 28 de Cataluña),
en el Círculo Socialista de Barcelona iniciaron el 'I Congreso Nacional
Obrero'.
El objetivo era constituir la primera Organización nacional
de sociedades obreras para defender sus intereses de asalariados frente a la
patronal.
El 14 de agosto, en segunda sesión, un tipógrafo
llamado Pablo Iglesias Posse proponía que el nombre de la organización
obrera se llamase 'Unión General de Trabajadores'. La sugerencia fue
aprobada y se designó como presidente de la organización al tipógrafo
Antonio García Quejido (Secretario de la Federación Socialista
Madrileña).
A finales del siglo XIX, la Unión General de Trabajadores
(UGT) va extendiendo su influencia por diversas provincias españolas
(principalmente en las cuencas mineras de Asturias y Vizcaya).
A partir del 'IV Congreso', la sede central de la UGT se traslada
a Madrid.
En 1899 en el 'VI Congreso', Pablo Iglesias Posse es nombrado
presidente del sindicato obrero, cargo que ostentará hasta su muerte
en 1925.
Durante la primera década del siglo XX, la UGT experimenta
un período de desarrollo ideológico y organizativo.
Se crean cooperativas obreras, centros educativos y de esparcimiento,
como las 'Casas del Pueblo'.
En 1910 se fundó la CNT (Confederación Nacional
del Trabajo), ese mismo año la UGT superaba el número de 43.000
afiliados, y Pablo Iglesias Posse se convierte en el primer diputado obrero
de España.
En 1911 en el 'X Congreso', los Sindicatos de Oficios se sustituyen
por Sindicatos de Industria.
Durante la segunda década del siglo XX, la UGT tiene
una activa participación en numerosas huelgas, que desembocan en la huelga
general del 13 de agosto de 1917, siendo decretado el estado de guerra.
La huelga del 13 de agosto de 1917, precedida de una publicación
de Julián Besteiro en la que pedía la formación de un Gobierno
Provisional y el fin del sistema de elecciones, dio lugar a numerosos choques
entre el ejército y los huelguistas.
Los miembros del Comité de Huelga son condenados a cadena
perpetua. Algunos de estos miembros: Daniel Anguiano, Francisco Largo Caballero
y Andrés Saborit, son puestos en libertad unos meses después al
ser elegidos diputados.
La revolución rusa de octubre de 1917 tiene una gran
repercusión entre afiliados de la UGT y del PSOE, algunos son partidarios
de abandonar la 'II Internacional', cuando pierden los defensores de ésta
opción, se separan formando el 'Partido Comunista Obrero Español'.
En 1919 el movimiento sindical logró la jornada laboral
de ocho horas.
En 1923 el golpe de Estado del general Miguel Primo de Rivera
hace aumentar las protestas obreras de ugetistas y cenetistas. Estas protestas
se traducen en un languidecer de los ugetistas y la disolución de los
cenetistas.
En 1925 murió Pablo Iglesias Posse, la UGT queda en
manos de tres figuras relevantes en la futura historia republicana: Indalecio
Prieto, Julián Besteiro y Francisco Largo Caballero.
Durante este período se produce la incorporación
de los campesinos a la lucha sindical.
Con la caída de la Dictadura de Primo de Rivera, y la
instauración de la II República, se abre el debate de participar
o no con los partidos políticos.
Mientras Julián Besteiro no era partidario de implicar
a la UGT en política, Francisco Largo Caballero se pronunció a
favor, e Indalecio Prieto, a título personal, asistió en San Sebastián
a la firma del pacto republicano-socialista que resultó vencedor en las
elecciones del 12 de abril de 1931.
En el XVII Congreso de 1932, al no implicarse Julián
Besteiro y otros ugetistas en política, Francisco Largo Caballero no
aceptó la Secretaria General de la UGT.
En la dirección de la UGT quedó, Andrés
Saborit Colomer como vicepresidente, y Trifón Gómez San José
como secretario adjunto.
En el Congreso de 1934, Julián Besteiro Fernández,
Andrés Saborit Colomer, y Trifón Gómez San José,
son desplazados de la ejecutiva de la UGT.
Durante este año, la situación empeoró
con un gobierno de derechas que estaba dispuesto a recortar mejoras sociales
conseguidas.
Se convocó una huelga general en casi todo el país
(especialmente en Asturias), la Alianza Obrera (UGT y CNT) tomó las riendas,
se creó una situación revolucionaria que el gobierno reprimió
con muchas detenciones y numerosas víctimas.
El 15 de enero de 1936 las fuerzas políticas de izquierdas
se coligaron formando el Frente Popular, que ganó las elecciones de febrero
de 1936.
En julio de 1936 se producía el alzamiento nacional
contra el gobierno legítimo.
Con la Guerra Civil se inició un extraordinario movimiento
sindical, la UGT con cerca de millón y medio de afiliados, tuvo que combatir
en los frentes e intentar asegurar la producción industrial y agrícola
en la retaguardia.
En septiembre de 1937 la comisión ejecutiva de la UGT
expulsó a nueve Federaciones Nacionales descontentas con su gestión.
Cuando acabó la Guerra Civil en 1939, el gobierno franquista
incautó los bienes de los sindicatos obreros, comenzando juicios sumarísimos
contra dirigentes que permanecían en España, entre ellos, Julián
Besteiro Fernández es encarcelado y murió en prisión.
Los ugetistas que pudieron escapar se intentaron organizar
en núcleos de resistencia que dieron lugar al nacimiento de los 'Maquis',
grupos guerrilleros que combatieron en las montañas al ejército
franquista en la década de los cuarenta.
Otros ugetistas que cruzaron la frontera, terminaron siendo
internados en campos de concentración (Francisco Largo Caballero).
En los largos años de dictadura, desde su sede de Toulouse,
la UGT con el apoyo de la CIOSL (Confederación Internacional de Organizaciones
Sindicales Libres), se dedicó a que los 'Sindicatos Verticales' del régimen
franquista no obtuvieran un reconocimiento internacional.
Durante el período (1944 - 1973), la UGT celebra doce Congresos en el exilio.